El aceite de palma se ha convertido en una de las grasas más populares en las últimas décadas: es barato y versátil, por eso se encuentra en multitud de productos, desde alimentación y cosmética hasta productos de limpieza. No obstante, su producción y consumo están envueltos en críticas ¿por qué?
El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que proviene del fruto de la palma africana de aceite, un árbol propio del sudeste africano que se introdujo en Indonesia y Malasia a finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque crecen de forma natural en las selvas tropicales, también se cultivan para producir el popular aceite.
¿POR QUÉ ES UN PROBLEMA?
El cultivo de la palma africana de aceite conlleva la deforestación de grandes extensiones de selva y, por tanto, de la pérdida de algunos de los entornos con mayor biodiversidad del planeta.
Esta práctica ha sido la responsable del 8% de la deforestación entre 1990 y 2008. Además, no es infrecuente que, se utilicen prácticas ilegales como la quema de selvas para limpiar las zonas en las que se quiere dar paso al cultivo de palma.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, cada hora se quema el equivalente a 300 campos de fútbol para cultivar palma, lo que conlleva la destrucción del hábitat de plantas y animales.
Las mayores víctimas son los orangutanes y los tigres de Sumatra, ya que se prevé que se extingan en menos de 10 años como consecuencia de la actividad de la industria del aceite. Sin embargo, otras especies como rinocerontes y elefantes también se ven afectadas por la pérdida del medio que habitan.
La producción de este aceite también tiene un impacto humano y se asocia a violaciones de los derechos humanos; las empresas productoras han forzado a indígenas a abandonar sus tierras, han empleado a niños y causado enfermedades entre sus trabajadores a causa del uso de pesticidas y la contaminación de las aguas.
¿EXISTE UNA SOLUCIÓN?
Desde 2004 la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible trabaja para mejorar los estándares de producción de este aceite y promover un sistema más sostenible, que evite la deforestación y los abusos a los derechos humanos.
Los expertos, por su parte, apuntan a que la mejor manera de controlar este problema es asegurarnos de que solo consumamos aceite de palma certificado como sostenible, ya que el cultivo de palma es mucho más eficiente que el de otros frutos grasos.
No obstante, si quieres evitar al máximo este producto, te facilitamos una lista con los distintos nombres con los que se etiqueta el aceite de palma para que puedas identificarlo en tus compras:
- Aceite vegetal
- Grasa vegetal
- Sodium Laureth Sulfate
- Sodium Lauryl Sulfate (SLS)
- Sodium Dodecyl Sulphate (SDS o NaDS)
- Palm Kernel
- Palm Oil Kernel
- Palm Fruit Oil
- Palmate
- Palmitate
- Palmolein
- Glyceryl Stearate
- Stearic Acid
- Elaeis Guineensis
- Palmitic Acid
- Palm Stearine
- Palmitoyl oxostearamide
- Palmitoyl tetrapeptide3
- Steareth 2
- Steareth 20
- Sodium Kernelate
- Sodium Palm Kernelate
- Sodium Lauryl Lactylate/Sulphate
- Sodium Lauryl Sulfoacetate
- Hyrated Palm Glycerides
- Sodium Isostearoyl Lactylaye
- Cetyl Palmitate
- Octyl Palmitate
- Cetyl Alcohol
- Palmityl Alchohol