¿Cómo se regenera un bosque después de un incendio? La respuesta depende del tipo de entorno ante el que nos encontremos.

Este verano, los incendios forestales han arrasado más de 200 000 hectáreas de bosque, prado y matorral. Está siendo un año negro en materia de incendios para España, con el 40% de las superficies europeas afectadas por el fuego en nuestro país y las peores cifras en las últimas décadas.

Una vez que el trabajo de bomberos y voluntarios para extinguir los fuegos finaliza, quedan una serie de preguntas ante la desolación; ¿cómo recuperar las tierras afectadas? ¿Cómo devolver la vida a los bosques después de un incendio? La respuesta no es sencilla, según los ecologistas, depende de las características de del entorno.

bosque en llamas en un incendio activo

La recuperación del bosque tras un incendio

La recuperación del ecosistema depende en gran medida de su capacidad para adaptarse al cambio climático, en particular, al aumento de temperatura y a las situaciones extremas como lluvias torrenciales o sequías prolongadas. Por ello, recuperar y reconstruir los paisajes tal y como eran es una tarea de gran complejidad.

Debemos entender que la regeneración forestal tras un incendio no es lo mismo que la recuperación de bosques. Esta última implica el regreso a la misma mezcla de especies de árboles, arbustos y hierbas, pero esto no es siempre posible.

La recuperación del bosque implica la planta de las mismas especies autóctonas que allí habitaban y que sustituirían a todos los ejemplares muertos. Sin embargo, la regeneración del bosque no pasa necesariamente por la implementación de las mismas especies, ya que las condiciones del suelo pueden favorecer una nueva mezcla de especies.

Aunque el tipo de comunidad vegetal que recolonice los bosques quemados depende del clima de la región en los meses y años posteriores al incendio, ciertas especies pueden sustituir a otras.

El suelo, un factor clave

El factor que en mayor medida determinará la restauración de un bosque y la configuración de especies que lo repoblará es el suelo.

El suelo es el recurso más importante, ya que constituye el sustento del bosque. Además, es el único elemento que puede ser dañado de forma irreparable para pasar a ser yermo. La fragilidad del suelo tras un incendio y su capacidad para resistir situaciones climáticas extremas (cada vez más frecuentes debido a la crisis climática) es un factor clave para restablecer la vida tras un incendio.

Restablecer la fertilidad de un bosque es una cuestión fuera de nuestra capacidad de acción y puede llevar entre tres y cinco años como mínimo y, en los peores casos, cientos de años. Por ello, el cuidado del suelo tras el incendio es el área de acción más importante; descuidarlos, supone erosionarlos y perder la capacidad de regeneración o recuperación forestal.

Por ejemplo, aquellas zonas menos susceptibles de verse afectadas por la erosión tienen una mayor capacidad de para regenerarse a partir de los restos de troncos y hojas, que protegen al suelo y sirven de nutriente al suelo. Sin embargo, en otras zonas la susceptibilidad a la erosión fuerza una repoblación con plantas que actúen a modo de paraguas para proteger el suelo.

Qué plantas regenerarán el ecosistema incendiado

Como hemos visto, el análisis de la situación es determinante para establecer que especies se utilizarán para la regeneración o recuperación del bosque. No existe una respuesta única, por ello se deben contemplar los distintos tipos de especies, sus características y capacidades.

En general podemos encontrar cuatro tipos de especies en las estrategias postincendio:

  • Rebrotadoras: Estas especies son aquellas cuya población resiste porque pueden rebrotar después de estar expuestas al fuego, siempre y cuando alguna estructura de la planta no se vea afectada.
  • Germinadoras: Otro tipo de especie capaz de persistir, pese a haberse quemado en su totalidad, gracias a sus métodos de diseminación de brotes, semillas o frutas.
  • Facultativas: Son especies con ambas capacidades; rebrotar y germinar, por ello pueden persistir a futuros fuegos.
  • Sin mecanismo de resistencia al fuego: Estas especies son incapaces de sobrevivir al fuego.

Uno de los tipos de vegetación más destacable ante un incendio es el arbusto. Los arbustos tienen la capacidad de proteger el suelo de la erosión y suelen presentar mecanismos «antiincendios» que permiten una rápida recuperar del ecosistema vegetal tras un incendio. Su recuperación suele ser rápida y positiva y permiten una evolución favorable frente a la recuperación de otras especies.


¿Cómo puedes ayudar?

Tal y como se puede apreciar, y el análisis de situación y la acción después de un incendio son fundamentales, ya que nos pueden dirigir hacia el éxito o el fracaso en la recuperación y regeneración de bosques tras un desastre como un incendio.

La protección del suelo es un factor clava para la posterior repoblación de especies y, con ella, la vuelta de la fauna a los entornos perjudicados.

Si quieres formar parte de la recuperación de bosques de forma activa, te invitamos a visitar la sección reforestación de nuestra página web, donde podrás apadrinar un árbol y participar como voluntario en la reforestación y creación de bosques.

 

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