La semana pasada explicamos qué ocurre después de un incendio, la importancia del análisis de la situación y, por supuesto, la actuación a medida. En esta ocasión, vamos a tratar la prevención de incendios y cómo evitar su propagación con simples medidas que todos podemos tomar.
La importancia de la prevención
La devastación total del verano negro que estamos viviendo en España ha captado la atención de muchos sobre la gravedad del problema que suponen los incendios forestales. Hoy en día, gracias a la tecnología, los meteorólogos pueden predecir condiciones favorables para la generación y propagación de incendios como son el viento y la sequía. No obstante, la mayoría de los incendios son provocados por el ser humano. Por ello, existen numerosas medidas y protocolos para intentar proteger los bosques.
La participación de activa de todos en la prevención de incendios es una actividad esencial para garantizar la seguridad de los entornos naturales y de aquellos que habitan en sus proximidades. A continuación, te presentamos una serie de medidas para prevenir incendios (o evitar su propagación):
Cuidado con la quema de rastrojos
Aunque es una práctica muy habitual, si vas a deshacerte de residuos de esta manera en tu propiedad, asegúrate de hacerlo cuando no haya viento y siguiendo las restricciones de las autoridades. Siempre ten una fuente de agua a disposición, no solo para controlar el fuego si comienza a expandirse, sino también para garantizar que una vez apagado las cenizas no podrán iniciar ningún fuego.
Infórmate acerca de la situación meteorológica y de sequía
La temperatura y la sequía son dos condiciones que determinan la inflamabilidad de la vegetación.
Cuando las condiciones meteorológicas no sean apropiadas (calor, sequía, viento) evita cualquier actividad que involucre chispas o fuego. Hacer una hoguera, operar determinada maquinaria, circular sobre hierba seca o la quema de rastrojos son actividades que debes evitar durante los meses de verano; ¡extrema las precauciones si las haces!
Extingue completamente hogueras
A la hora de hacer una hoguera, sigue siempre las instrucciones de las autoridades. Además, ten presente que siempre que vayas a encender un fuego tendrás que hacerlo lejos de material inflamable. Para que tu hoguera sea segura:
- Elige un área plana y alejada de cualquier material inflamable como troncos, hojas caídas o tiendas de campaña.
- Limpia la zona para garantizar que no hay ningún elemento que pueda arder.
- No dejes el fuego desatendido.
- Extingue el fuego completamente haciendo uso de agua o cenizas. ¡No abandones la zona hasta que estés seguro de que los restos no podrán iniciar un fuego!
Encender fuegos en entornos controlados es esencial para la prevención de incendios
Mantén vehículos alejados de hierba seca
No circules ni aparques tu vehículo fuera de zonas habilitadas para ello. La temperatura del motor en contacto con hierba seca es suficiente para provocar fuegos.
Además, asegúrate de que tu vehículo está en perfectas condiciones, en particular si quieres aventurarte a circular “off-road” (no te pierdas este artículo sobre como la circulación “off-road” ayuda al medio ambiente), ya que los vehículos sin un correcto mantenimiento pueden dejar escapar chispas por el tubo de escape. Además, ten presente que siempre que vayas a repostar en la naturaleza tendrás que hacerlo con el motor frío.
De igual manera, evita operar cualquier tipo de maquinaria que pueda provocar chispas.
Ten precaución cuando uses líquidos inflamables
Extrema la precaución cuando uses líquidos como el propano para linternas o calentadores. Nunca llenes los depósitos hasta que los aparatos se hayan enfriado por completo y hazlo siempre en una zona donde no exista riesgo de incendio.
No tires cigarrillos
Desechar una colilla o cerilla prendida puede provocar el incendio de superficies con hierba seca. Por eso, no los tires nunca cuando aún estén prendidos; en especial, no los deseches por la ventanilla del coche. Utiliza un cenicero en su lugar y, preferiblemente, apaga las colillas y las cerillas en una lata o bote lleno de agua.
Un simple cigarrillo o cerilla caliente tiene la capacidad provocar incendios forestales, sobre todo en condiciones meteorológicas extremadamente secas. Además, son elementos altamente contaminantes para el entorno, por lo que es absolutamente necesario desecharlos de forma adecuada.
Como ves, la conservación del medio es una actividad en la que todos somos responsables y partícipes. Si bien, existen una gran variedad de medidas de actuación que deben aplicarse desde las instituciones, cada uno de nosotros podemos realizar pequeñas acciones con comportamientos que promuevan la seguridad de bosques y montes.