Adiós a los plásticos de un solo uso a partir de 2021.

¿Por qué dejaremos de tener plásticos de un solo uso?

Con el transcurso de los años, el plástico se ha convertido en uno de los materiales más comunes para la fabricación de todo tipo de artículos. Su popularidad viene dada, principalmente, por su gran versatilidad y su relativo bajo coste de producción; lo que ha causado que se haya vuelto omnipresente en nuestras vidas hasta el punto de invadirnos. Puede que no seamos conscientes de la enorme cantidad de plásticos que consumimos, no obstante, de lo que sí tenemos certeza es de que su aplicación en productos de un solo uso plantea un grave problema medioambiental.

Desde hace años, diversas organizaciones denuncian el problema de contaminación que causa la inexistencia de un método eficiente para reciclar este material: «solo el 30 % de los plásticos se reciclan en España», afirman desde Greenpeace. Asimismo, desde la Comisión Europea se lanzan datos tan preocupantes como que el 80 % de la basura hallada en el mar es plástico y que, debido a su proceso de descomposición, no solo se acumula en el entorno, sino que es también ingerido por distintos animales que acaban en nuestros platos. En consecuencia, el plástico supone un riesgo para la salud de todas las formas de vida del planeta.

Consciente de la necesidad de ofrecer soluciones para el modelo actual de consumo de plástico, la Unión Europea lleva años debatiendo alternativas para limitar su uso, así como el impacto de los productos efímeros elaborados con este material. De este modo, la Comisión Europea llegó a la conclusión de establecer una estrategia que busca convertirse en un referente mundial en el desarrollo y promoción de materiales más sostenibles. Este plan de acción ha quedado plasmado en la Directiva 2019/04 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea y traerá consigo cambios en el modelo de fabricación y responsabilidad de los productores a partir del próximo año.

¿Qué productos van a desaparecer?

Parte de la reestructuración del modelo de producción y consumo propuesta en la Directiva pasa por la supresión de determinados artículos fabricados en plástico de un solo uso, es decir, todos aquellos que hayan sido diseñados para completar un único ciclo a largo de su período de vida, ya que no son reutilizados para el mismo fin con el que fueron concebidos. De esta manera, la nueva disposición normativa impone la eliminación de plásticos que pueden sustituirse por alternativas más sostenibles. 

Los productos fabricados en plástico que dejarán de venderse a partir de 2021 son: 

• Cubiertos de plástico de un único uso: cucharas, tenedores, cuchillos y palillos.
• Platos de plástico de un único uso.
• Bastoncillos de algodón para los oídos.
• Palitos destinados a sujetar e ir unidos a globos (excepto en el caso de aplicaciones industriales).
• Plásticos oxodegradables y contenedores alimenticios y tazas de poliestireno.

Nuevos objetivos de reciclaje

Junto con el fin de las ventas de los productos arriba mencionados, la Directiva plantea nuevos objetivos de reciclaje para el resto de los artículos de un solo uso fabricados en plástico que continuarán comercializándose. Entre estos artículos, se encuentran los recipientes para bebidas, razón por la que tres de los hitos propuestos para los próximos años se centran en este producto:

• Lograr que, al menos, el 25 % del plástico de las botellas sea reciclado para 2025.
• Lograr que el porcentaje de plástico reciclado de botellas alcance, como mínimo, el 30 % para 2030.
• El 90 % de las botellas de plásticos deberán ser recuperadas por los Estados Miembro.

Mayor responsabilidad para los productores

Si bien los Estados Miembros serán los encargados de garantizar una buena gestión medioambiental, se impondrán medidas para que los fabricantes asuman una mayor responsabilidad. Por ello, estarán obligados a incluir en el etiquetado advertencias sobre el impacto medioambiental de artículos de un único uso que contienen plásticos como, por ejemplo, toallitas húmedas, compresas higiénicas o filtros de cigarrillos —este último es el segundo artículo de plástico que más se encuentra en las playas de la Unión Europea—.

Asimismo, los productores serán responsables de sufragar gastos relacionados con la gestión de los residuos y la limpieza de vertidos de basura dispersa; de igual manera, deberán participar en campañas para la concienciación y prevención de dichos vertidos. Además, los fabricantes de aparejo de pesca deberán asumir el coste de la recuperación de artes perdidas en el mar, ya que estas suponen casi un 30 % del total de los residuos que encontramos en el entorno marino.

El beneficio de la reducción en el consumo de plásticos

Las nuevas medidas europeas servirán para sentar precedente en materia de concienciación, fomentación y desarrollo de artículos que incentiven un comportamiento responsable, tanto por parte de productores como de consumidores. En consecuencia, se espera un auge en el modelo de consumo circular, mucho más sostenible al favorecer la reutilización.

Además, desde el Parlamento Europeo destacan que, junto con una reducción de la contaminación a nivel mundial, la nueva normativa servirá para compensar en gran medida el coste que supone la recuperación de plásticos en la Unión Europea, ya que, tal y como afirma la eurodiputada Frédérique Ries, «reducirá la factura de los daños medioambientales en 22.000 millones de euros». Por tanto, incentivar el consumo responsable y los modelos circulares favorecen al entorno, a la salud y a la economía.

Nuestro compromiso con la reducción de plásticos

En Ebamboo consideramos imprescindible la acción conjunta de gobiernos, empresas y consumidores para lograr una reducción en el actual dispendio de recursos naturales y una mejora de la contaminación global. Nuestro espíritu se cimienta sobre el cuidado del medioambiente; es por ello por lo que no solo celebramos esta medida, sino que queremos participar en ella como un activo en la lucha contra el uso abusivo de plásticos.

Sabemos que la ineficacia de los sistemas de separación de residuos y la escasa participación de los consumidores en ellos suponen un grave problema. Por este motivo, 

participamos activamente en la concienciación ciudadana en cuestiones como el reciclaje o la reforestación y, a la vez, ofrecemos e investigamos las distintas alternativas sostenibles al plástico para productos de uso cotidiano.